El reto de las Smart Cities, combinar digitalización y sostenibilidad

«Los nuevos modelos de ciudad basarán parte de su éxito en un maridaje inteligente entre tecnología y sostenibilidad»

Pau Solanilla

Barcelona

A diario, según estimaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), cerca de 180.000 personas se mudan a una ciudad. A este ritmo, la previsión es que, para el año 2050, la población mundial ascienda hasta los 9.000 millones ... de habitantes, con el 70% de los mismos habitando centros urbanos.

En este contexto, y si tenemos en cuenta que las grandes urbes son las principales productoras de energía mundial (un 75% del total) y de emisiones de gases de efecto invernadero (60%), no es de extrañar que muchas de ellas estén empezando a apostar por nuevos modelos más sostenibles y en sintonía con las nuevas tecnologías, para dar respuesta a los grandes desafíos globales que presenta la crisis climática.

La pandemia del coronavirus fue un 'shock' que mostró las vulnerabilidades de nuestra forma de vida así como de los sistemas de gestión públicos y privados que nos interpela a repensar nuestro desarrollo urbano. Las ciudades del futuro deberán afrontar los nuevos retos de futuro asegurando la calidad de vida de sus ciudadanos en un contexto de incertidumbre. Para ello debemos diseñar ciudades resilientes, esto es, adaptables, resistentes y saludables.

Los nuevos modelos de ciudad basarán parte de su éxito en un maridaje inteligente entre tecnología y sostenibilidad, son lo que denominamos popularmente como Smart Cities o Ciudades 4.0. Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y el Big Data nos permiten gestionar de forma eficaz y sostenible los servicios públicos, tales como el funcionamiento de la red de transporte público para mejorar la movilidad sostenible, el uso responsable de los recursos hídricos o energéticos, un mejor tratamiento de los residuos o la redefinición del espacio público. En definitiva, las ciudades que se preparen mejor para afrontar los retos e impactos del cambio climático serán las más atractivas para atraer talento, empresas e inversiones.

Junto al componente sostenible, la digitalización aparece como el gran factor diferencial de las Smart Cities. Conectividad, infraestructuras para recopilar datos, sensores… pero poniendo siempre a las personas en el centro. Según el McKinsey Global Institute, toda Smart City que se preste está dividida en tres niveles. En primer lugar, una capa con estos elementos ya mencionados (sensores, conectividad etc.) que nos permitan recabar datos, sobre la que se encuentra un segundo nivel de 'hardware' y 'software' para gestionar y analizar los mismos. En última instancia, son precisamente los ciudadanos los protagonistas, pues serán ellos, apoyados en instituciones y empresas, los encargados de sacarle partido a todas esas las herramientas inteligentes.

Todo ese músculo tecnológico debe ponerse al servicio del desarrollo de los territorios y ciudades mucho más sostenibles. Las ciudades inteligentes y las redes Smart nos permiten mejorar, por ejemplo, nuestras redes de saneamiento, detectando posibles fugas en tiempo real y optimizando el consumo de agua. En el caso concreto de las redes eléctricas, una gestión correcta de las mismas abre la puerta a un uso más eficiente de los recursos y a la optimización de toda la cadena de valor, que va desde la producción hasta el uso a nivel usuario doméstico, con soluciones de sistemas locales de tarificación dinámica o el uso de un alumbrado público inteligente presente en algunas ciudades.

En definitiva, en esta transición ecológica y digital, el maridaje inteligente entre tecnología y sostenibilidad nos ofrece la oportunidad de responder a la crisis climática diseñando un horizonte de progreso y desarrollo. Pero una Smart City solo lo podrá ser si son Smart sus instituciones, sus empresas y sus ciudadanos desplegando una nueva inteligencia colectiva. En el mundo que emerge, no ganará la batalla del futuro el más fuerte, sino aquellos que colaboren mejor tejiendo estrategias y alianzas inteligentes.

Pau Solanilla es director de la Fundación Rafael Campalans y Comisionado de Promoción de Ciudad de Barcelona

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